¿Cuándo fue la última vez que me jugué por una persona? Esa fue
la pregunta que me hice cuando me miraba al espejo esta mañana. ¿Dónde se
quedaron la ganas de estar con alguien? Creo que ya sé donde y es porque últimamente
me he comportado como un cobarde.
La historia se remonta hace unos meses atrás no tenía intenciones de conocerla, y menos hablarle, porque cuestiones de saber que soy un tipo complicado de gustos simples. No se cual fue el desvelo, pienso que las sonrisas de las personas pueden derrumbar la mas fuerte muralla. Así fue, después de unos días habitaba en mi mente, sin nada en específico, solo su sonrisa.
Siempre fui porfiado de mi suerte, y espere o pensé que esto se daría solo, lo cual parecía que “eso” nacía mas de mi parte que de la suya. Nunca la entendí, no se lo quiere de mi y quizás no quiere nada, y yo quiero darle todo.
¿Cómo puedo tenerla? ¿Como
la obtuvieron otros? ¿Desde cuándo la sencillez de una persona puede volverse
tan complicado cuando hablamos de amor? ¿Amor o deseo? ¿Curiosidad o capricho?
Nunca podre responderme, a no ser que lo haga... ¿Decírselo?... No, todavía no
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